Introducción
El presente texto tiene como finalidad plantear un análisis acerca de las nuevas formas y estrategias de aprendizaje en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana, debido a la contingencia sanitaria y “cuarentena” debido a la presencia infecciosa de COVID – 19, cuyo objetivo es, disminuir el riesgo de contagio a la población.
En estos momentos, de cambio, trascendentales, definitorios, las sociedades que conforman los países, el mundo entero, nos encontramos inmersos en circunstancias que demandan visualizar de manera individual, familiar, grupal, social desde la mirada de otros lentes, otras formas, otros conceptos, otras perspectivas y desde otras epistemologías. Lo que nos lleva a pensar cuando Martínez, 1997 nos habla de que un nuevo paradigma instituye las relaciones primordiales que constituyen los supuestos básicos, determinan los conceptos fundamentales, rigen los discursos y las teorías.
Si visualizamos el término crisis, quizá situaríamos nuestro pensamiento en caos, problema, desde una postura fatalista, si lo vemos desde esa mirada, nos limitaríamos y condicionaríamos a vivirlo así, en realidad la palabra crisis vista desde la Teoría General de los Sistemas, traduce su significado en CAMBIO, es decir, movimiento, permite adaptación y desarrollo, la oportunidad de plantear y replantear paradigmas con formas nuevas de pensamiento.
Es este, un momento, un tiempo que nos invita a redefinir el rumbo de una humanidad que creía que ya todo estaba dicho, definido, claro, seguro, permanente, previsto, sin embargo, hemos tenido que es necesario deconstruir para volver a construir y a partir de allì, generar pautas de conductas frente a la realidad que experimentamos.
Desarrollo
Desde el enfoque socioconstructivista de Vygotsky, el aprendizaje se construye a través de las interacciones sociales con el entorno, con los otros. Lo vemos actualmente ante un acontecimiento como el que estamos viviendo en este preciso momento, en donde socialmente la humanidad se encuentra movilizada, ello ha conducido a que tanto a nivel individual como social se tengan perspectivas diferentes ante una misma realidad, y vernos influidos por estas formas de ver, percibir, traducir y entender la realidad para adoptar una postura ante la misma.
Este enfoque coloca al ser humano en el centro de su proceso de aprendizaje siendo el protagonista de su propio aprendizaje desde una perspectiva individual y propia del mundo que lo rodea.
Este enfoque considera que el ser humano es capaz de dar significado a su aprendizaje y a su experiencia del mismo creando conocimiento, mismo que le ayuda a afrontar su día a día y le dotándolo de experiencia.
Esta experiencia de conocimiento de la realidad es problematizadora, analítica, crítica, interactiva, dinámica, de tal manera que lo preparan para poner en juego capacidades y habilidades que le permiten establecer una visión integral acerca del conocimiento y por lo tanto regirse por paradigmas definidos.
Como resultado de la interacción con los otros, con su entorno, el hombre es capaz de generar cuestionamientos e hipótesis, para explicarse lo que sucede en su entorno mediante la información y evidencias que proporcionan significados propios que construye como resultado de esta interacción dinámica desde el conocimiento.
Una persona que aprende algo nuevo, lo incorpora a sus experiencias previas y a sus propias estructuras mentales. Cada nueva información es asimilada y depositada en una red de conocimientos y experiencias que existen previamente en el sujeto, como resultado podemos decir que el aprendizaje no es ni pasivo ni objetivo, por el contrario, es un proceso subjetivo que cada persona va modificando constantemente a la luz de sus experiencias (Abbott, 1999), lo cual nos lleva a considerar que el ser humano es participa de manera activa en su propio aprendizaje.
Si aplicamos lo anterior a este momento que estamos viviendo socialmente, hemos podido percatarnos de nuevas formas de aprendizaje y de funcionalidad en lo cotidiano de la vida, estamos hablando de pautas nuevas, formas nuevas, caminos nuevos que permiten de manera fehaciente seguir siendo un sujeto activo de su propio conocimiento y experiencia al hombre mismo.
Por citar algunos ejemplos, podemos percatarnos de cómo los terapeutas han requerido descubrir nuevas formas de acompañamiento con sus consultantes mediante llamada telefónica, video llamada, WhatsApp, o bien, el uso de plataformas diversas.
Los docentes necesitaron aprender nuevas técnicas de enseñanza – aprendizaje con sus alumnos, pero además considerar que un gran porcentaje de la población, no cuenta con los medios tecnológicos mínimos necesarios para estar frente a un aparato que pueda fungir como vínculo entre el docente – alumno. Los padres de familia o cuidadores se encuentran acompañando a sus hijos en este proceso de aprendizaje que, aun contando con los medios tecnológicos, ha representado un reto, la escuela se mudó a casa.
Los líderes de instituciones, empresas, gabinetes gubernamentales, han asumido la necesidad de adoptar nuevas estrategias para continuar abordando temas que son importantes, urgentes y emergentes en el ámbito de interés público.
La experiencia que se creía tener en el ámbito de uso tecnología, nos ha permitido darnos cuenta del gran porcentaje de desconocimiento e ignorancia de las personas para el manejo de las mismas.
Tanto la comunidad científica y médica las cuales día con día trabajan por la innovación para encontrar nuevas alternativas de mejora y bienestar por y para la sociedad, se han visto rebasadas en tiempo, en conocimiento, en riesgo, esto nos lleva a reflexionar según Erwin Schrödinger, quien considera que «la actitud científica ha de ser reconstruida, que la ciencia ha de rehacerse de nuevo» (1967). Lo cual, nos permite reflexionar respecto a la implementación de nuevas estrategias en favor de la investigación y experimentación con la finalidad de encontrar pronto las respuestas y la cura ante tal situación emergente e incluso en establecer una postura, que se trasmita con claridad y responsabilidad cómo debemos actuar ante esta situación.
La epistemología se convierte en el estudio de cómo la mente opera, de las formas y medios que emplea para construir el mundo fuera del flujo de su experiencia. (Glasersfeld 1984). Es un hecho, en estos momentos, no solamente estamos ante una crisis de los fundamentos del conocimiento científico, sino también del filosófico, y, en general, ante una crisis de los fundamentos del pensamiento. Una crisis que genera incertidumbre en las cosas fundamentales que afectan al ser humano (Martínez, 2004).
Finalmente, al expresar estas ideas, se ha respondido a la necesidad que hemos ido descubriendo de analizar este momento que estamos viviendo. Si bien es cierto que la perspectiva desde donde se vive es diferente desde el contexto en el que nos encontramos, es imprescindible considerar que es una buena oportunidad para replantearnos los cambios de paradigmas, pautas y epistemología, así como las nuevas formas de acercarnos al conocimiento, a aprender, que nos ha invitado a descubrir esta “crisis”.
Referencias
- De Ferrari, F. Socioconstructivismo: Una teoría de aprendizaje transversal. Obtenido de: https://www.dinamica.edu.pe/blog/socioconstructivismo-una-teoria-de-aprendizaje-transversal-por-fiorella-de-ferrari/
- Martínez, M. (1997) El paradigma emergente: hacia una nueva teoría de la racionalidad científica. 2a ed.México: Trillas
- Glasersfelfd, E.V. (1984). An Introduction to Radical Constructivism. Obtenido de Universitat Wien : http://Vonglasersfeld.com/070.1
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