
¿Qué es la codependencia?
La codependencia emocional es una condición psicológica de la que pocos hablan, pero es cada vez más común.
De hecho, es posible que conozcas a un codependiente, que estés en una relación con codependencia emocional o, incluso, que tú padezcas de codependencia.
¿Quieres salir de dudas? Te pregunto:
- ¿Quieres solucionar los problemas ajenos?
- ¿Te afectan mucho las reacciones y opiniones de tus compañeros, familiares o pareja?
- ¿No puedes estar en paz sin saber donde está tu pareja?
Claro, esos no son todos los síntomas de la codependencia porque se trata de un problema complejo.
Por cierto, en esta entrada te cuento todos los detalles sobre la codependencia emocional y lo que puedes hacer para superarla.
Todo es diversión y juegos hasta que alguien pierde un ojo.
En lo que respecta a las relaciones humanas la mayoría de las personas vivimos en una especie de negación permanente.
- “Eso no me va a pasar a mí”.
- “Tengo una relación sana”.
- “Yo no soy de es@s”.
No nos damos cuenta de los problemas hasta que algo realmente malo ocurre. Es como dice el meme: “Todo es diversión y juegos hasta que alguien sale herido”.
Bueno, en las relaciones codependientes las cosas no son tan divertidas. Lo cierto es que resulta difícil aceptar que estamos atados a una relación en la que nos sentimos los protectores, los mártires que anteponemos nuestro propio bienestar por el de otra persona.
Pero la verdad es que la mayoría en algún punto hemos sido codependientes.
¿Te suena raro? Seguro te estás preguntando cuándo fuiste codependiente (la respuesta podría sorprenderte).
Según los especialistas, actuamos como codependientes cuando nos pasamos de buenos. Ya sabes eso que dicen: todo exceso es malo y eso aplica incluso a prestar ayuda.
Puede que pienses que es descabellado y te guste ser como la Madre Teresa de Calcuta, pero al final del día te sientes destrozado, poco valorado o con ansiedad. Entonces te vendría bien responder estas preguntas con sinceridad:
Supongamos que estás en una relación de pareja:
- ¿Sientes que no sabes qué hacer si tu pareja se va de tu lado?
- ¿Te obsesiona saber qué hace, dónde está porque si no lo sabes sufres ansiedad?
- ¿No siempre te trata bien pero aun así perdonas todos sus maltratos verbales o físicos?
- ¿Intentas constantemente satisfacer a tu pareja en todos sus caprichos o suplir sus necesidades sin importar cómo te sientas?
- ¿Has dejado de hacer cosas que te gustaba hacer antes de estar en esa relación por complacer o por estar siempre a su lado?
- ¿Te has alejado de familiares o amigos para estar siempre con tu pareja?
- Creas situaciones para hacer que tu pareja te pida ayuda y de esta manera sentirse imprescindible en su vida?
- ¿Te sientes incomprendido o no valorado por tu pareja, pero aun así obvias esas emociones y te mantienes en la relación echando de un lado tu autoestima?
Tranquilo, que hayas respondido a varias de las preguntas con un “sí” no quiere decir que seas un codependiente, pero bien puedes estar cayendo poco a poco en esta conducta.
La codependencia es un mal muy poco tratado o difícil de detectar porque la mayoría de éstas personas no se enteran de que lo son. Solo se quedan en la fase de negación de sus emociones, frustraciones y ansiedades.
Pero tú estás aquí leyendo este artículo, buscando respuestas, quiere decir que estás en la dirección correcta.
➜ Pedir informes de terapia para codependencia en pareja
Pide informes o agenda una cita con un psicologo de parejas y te responderemos rápidamente.
Entonces… ¿Qué rayos es la codependencia?
Bien, es hora de definir codependencia, así que vamos a ponernos técnicos (al menos solo un poco). ¿Preparado?
La codependencia es una condición psicológica que se genera al tener de forma exagerada la necesidad de sobreproteger a otros, dejando a un lado el amor propio.
La codependencia puede venir propiciada por:
- Carencias afectivas;
- Toma de responsabilidad a muy temprana edad;
- Infancias problemáticas o traumáticas que hacen que el niño crezca con baja autoestima.
Este tipo de condiciones vividas durante la niñez hace que algunas personas sólo encuentren satisfacción haciéndose cargo de los problemas de los demás para obviar los propios.
Según Mental Health America, la codependencia a menudo se conoce como “adicciones a las relaciones”, en el sentido de que las personas codependientes tienden a formar y volverse dependientes en relaciones poco saludables y emocionalmente dañinas.
No caigas en el chantaje emocional

No hay por qué sentirnos culpables por decir que No.
Deja de complacer a los demás y comienza a cuidar de ti.
Sin ánimos de impulsarte a ser una persona arrogante o egoísta, evita caer en chantajes emocionales o de crear tus propios chantajes emocionales como:
- Ignorar los problemas para evitar afrontarlos, como esa metáfora del elefante en la habitación. Es decir, aun cuando hay grandes problemas prefieren hacerse de la vista gorda y simular que nada pasa, tratando de anular situaciones de conflicto.
- Dejar de pensar que estás en deuda con la otra persona porque en algún momento del pasado te trató bien, te llenó de atenciones y te hizo sentir importante, pero ahora, aun cuando las cosas han dejado de ser así, sientes que debes pagarle. En otros términos no caigas en el chantaje mercantilista.
- Nadie es indispensable, si no pregúntaselo a los jefes (ya sabes cuando muere un empleado en una empresa para las familias viene el duelo, pero para el empresario hay un puesto vacante).
Entonces, dejemos de apropiarnos de nuestra pareja, no hay necesidad de andar cuidándola en extremo; primero hay que tener amor y cuidado propio.
En un principio se catalogaba solo como “codependiente” a aquellos que mantenían relaciones con personas con problemas como el alcoholismo. En este momento sabemos que puede darse por otras condiciones como la dependencia.
Lo que debes saber es que tu pareja, aunque sea dependiente por alguna condición física, psicológica o por adicciones, no te debe atar a ella. Es importante que dejes de culparte o responsabilizarte por los problemas de los demás. Como te decía: está bien ayudar, pero sin caer en la obsesión o hacerlo por temor a quedarte solo.
Aun cuando este concepto sigue siendo válido, este tipo de apego emocional se ve tanto en relaciones de parejas, familiares e incluso entre amigos.
Amor o adicción al amor
A la mayoría de los seres humanos nos encanta estar enamorados y emparejados.
Amar está muy bien y ayudar a tu pareja es correcto. Hasta aquí todo claro.
Cuando somos codependientes, el amor pasa de ser gozoso a convertirse en una adicción, pues necesitamos:
- Constantemente estar junto a la pareja para ayudarle.
- Resolver sus problemas.
- Hacerle feliz.
- Queremos siempre saber qué hace o con quien está.
- Controlar cada aspecto de su vida.
La pareja ideal de un codependiente según su percepción
Un codependiente o adicto al amor de forma inconsciente o voluntaria suele emparejarse con personas que:
- Tienen problemas con el consumo de alcohol o son adictos a alguna substancia;
- Tuvieron problemas o trastornos emocionales fuertes de la infancia;
- Sufren de baja autoestima o de poca iniciativa propia;
- Tienen una vida desordenada y necesitan a alguien que los ayude a ordenar su vida (este puede ser el caso de un dependiente).
El apoyo en la pareja es muy bueno, pero en la codependencia la persona siente satisfacción en ayudar al otro de forma obsesiva con el fin de sentirse realizada y de esta manera anular sus propios sentimientos de infelicidad o baja autoestima.
A un codependiente le gusta sentir que se le reconoce y se valora su esfuerzo por ayudar, pero siente ira y frustración cuando la otra persona está superando la dependencia y no le necesita, por lo que a veces recurre a crear situaciones para ser necesitado.
¿Existe diferencia entre codependencia emocional y dependencia?
Seguro has escuchado eso de “juntos, pero no revueltos”, pero en este caso no aplica.
Aun cuando el término dependencia y codependencia son diferentes, te los explico en breve; verás como uno se alimenta del otro.
Míralo de esta manera, pues para que una persona sea codependiente existe del otro lado un dependiente sintiéndose incapaz de hacer o de estar solo, sentimiento que es compartido por el codependiente, aunque este último parece ser quien tiene el control de la situación.
Hagamos un pequeño paréntesis en la dependencia, pues existe:
- La dependencia sana, que se basa en el interés mutuo y puede verse en una relación estable donde las partes tienen un vínculo común con deseos y metas en conjunto; gustos que comparten y que, en ocasiones, buscan apoyo entre sí para resolver ciertas situaciones. Hasta aquí todo bien, ¿pero qué sucede cuando esto se excede?
Cuando este tipo de sentimiento se intensifica, se considera una condición psicológica donde:
El dependiente
- Se siente incapaz de hacer algo por sí solo;
- No se siente motivado, así que espera ser motivado por agentes externos;
- Carece de seguridad;
- Sufre de depresión o ansiedad por temor a estar solo o ser abandonado;
- Tiene un excesivo apego por la otra persona;
- Se sienten inferior, es decir con baja autoestima;
- Muestra desinterés por hacer actividades propias, teme a lo nuevo y no le gusta hacerse cargo de sus propias necesidades;
- Les cuesta trabajo tener responsabilidades.
Por lo general el dependiente puede confundirse con el flojo de la familia que no sirve para nada porque no dura en los trabajos, que no puede conseguir nada por sí solo, que es pesimista porque piensa que todo le sale mal.
En casi todas las familias los hay y no importa la edad que tengan, siempre necesitan de otros para poder vivir.
Ah, se me olvidaba decirte y no te enfades, pero si aún no has ubicado al dependiente de la familia y además cumples con las características antes descritas ten cuidado porque es probable que el dependiente seas tú.
El codependiente
Por su parte, la codependencia es una condición o trastorno emocional que el escritor y blogger empedernido Mark Manson cataloga como un tipo de “apego ansioso”.
Es decir, las personas padecen codependencia porque:
- Tienen una autoestima baja y en cierto modo solo teniendo una relación con problemas se creen útiles, buenos o altruistas.
- Buscan cuidar de una o muchas personas y solucionar sus problemas (a diferencia de los dependientes que le temen a las responsabilidades).
Por eso un codependiente encaja con un dependiente porque busca que alguien lo cuide o que haga por él lo que se cree incapaz de hacer.
Claro también existen características similares entre el codependiente y el dependiente, y es que ambos sienten temor de estar solos o solas.
Entonces, para no hacer esta historia muy larga:
La principal diferencia entre dependencia y codependencia es que la primera la encarna aquella persona que se cree incapaz de hacerse cargo de sí misma y le huye a las responsabilidad; mientras que en la segunda, las personas codependientes son especialistas en tomar el control de las situaciones y de hacerse cargo de los demás de forma obsesiva, tanto que se olvidan de sus propias necesidades y se le hace casi imposible decir no.
Causas y síntomas de la codependencia
Las principales causas de la codependencia pueden encontrarse en:
- Padres sobreprotectores o, por el contrario, padres desinteresados en la crianza;
- Perder a los padres a temprana edad;
- Ser abandonado por los padres;
- Ser criado en un hogar donde no se han establecido claros límites y respeto sobre los valores y sentimientos;
- Cuando se tiene que madurar muy rápido para asumir responsabilidades de adultos;
- Crecer con la creencia de que primero están las emociones y las necesidades de los demás antes que las propias;
- Padres o entorno familiar con problemas con el abuso de sustancias;
- Haber sufrido maltrato verbal, físico o sexual.
La codependencia no era un término muy usado hasta que en 1986 Melody Beattie lanza su libro titulado “No más codependencia” donde aclara puntos como que la codependencia sólo se le atribuía a aquellos que tenían parejas maltratadoras, adictos a sustancias ilícitas o alcohólico donde era común que la otra parte se sintiera atrapada y sin salida. Aun así hemos visto que existen muchas más causas.
Ya lo decía la hipótesis de Bartholomew y Horowitz, que el apego del adulto proviene de la percepción positiva o negativa que el individuo tenga de sí mismo y por supuesto esto tiene como consecuencia relaciones emocionales sanas o tóxicas.
Síntomas de la codependencia
A continuación encontrarás una lista con los síntomas más frecuentes de una persona con codependencia.
- Le da gran importancia a lo que los demás piensan de sí;
- Compara su vida con la de los demás;
- Siente la necesidad de ayudar a los demás;
- Busca en todo momento solucionar los problemas de todos los que están en su entorno, por ejemplo amigos, compañeros de trabajo o en su relación de pareja;
- Quiere tener siempre el control de las situaciones;
- Necesita que le necesiten, por lo que se relaciona principalmente con personas dependientes emocionalmente o dependientes por abuso de sustancias;
- Espera que sus acciones siempre sean reconocidas;
- Poca o excesiva confianza en sí mismo;
- Controlador, sobreprotector o celoso;
- Niega las emociones propias, simulando una falsa seguridad;
- Tiene un nivel de autoestima bajo por anteponer la felicidad de los demás por encima de la propia.
Si buscas más información sobre los síntomas de la codependencia emocional, te recomiendo leer “Facing Codependence” de Pia Mellody que es “asesora en la clínica de The Meadows y especialista en el campo de las adicciones y las relaciones”. Este es un libro que es ideal si buscas ayuda para superar la codependencia y aprender a tener relaciones sanas.
Otra opción para reconocer los síntomas de la codependencia es hacer el inventario de codependencia de Friel de Mental Health America of Northerns Kentucky and Southwest Ohio, 1985.
¿Cómo superar la codependencia de pareja?
Claro que buscar un psicólogo especialista y grupos de apoyo siempre será la mejor manera de afrontar las dificultades emocionales por las que estés atravesando. Sin embargo, mientras puedes comenzar por:
- Aprender a decir que No: deja de complacer a todos, no te sientas culpable por decir “no” cuando no quieres hacer algo;
- Empieza a poner límites: un elemento para tener una relación de pareja exitosa es tener límites claros donde cada uno tiene sus niveles de responsabilidades y donde nadie busca aprovecharse del otro;
- No dejes tu felicidad en manos de otros: recuerda que la felicidad no proviene del exterior, es decir es algo intrínseco. Solo tú puedes decidir ser feliz, así que no busques una pareja pensando en que te hará feliz o que tu debes hacerle feliz, cuando en realidad solo necesitan compartir su felicidad;
- Aprende a amarte: el más sencillo de los consejos, pero al parecer el más complicado para muchos, es el amor propio. Ámate primero tú y luego a otros. Pero ojo, no te enamores de amar;
- No te mereces malos tratos: un codependiente y los dependientes suelen pasar por alto los problemas, malos tratos y abusos por mantener una relación. Deja de perdonar tanto y sal de esa relación;
- Unirse a algún grupo CoDa: organización anónima para personas con codependencia en donde a través de charlas, grupos de apoyo y otras estrategias ayudan a evitar “comportamientos compulsivos” y fortalecer tu relación contigo aumentando tu autoestima, y de esta manera poder tener relaciones sanas.
Una vez escuché decir a la psicóloga Mexicana Lucy Cerrano que la codependencia no es solo un problema de traumas o carencias de amor, si no que la sociedad también nos impulsa a tener relaciones de dependencia o codependencia.
Cerrano ponía como ejemplo las telenovelas e incluso a las canciones románticas que muchas veces promueven un tipo de amor codependiente. Así que no vendría mal alejarse de lo que no tenga mensajes sanos y buscar ayuda profesional para tener una relación de pareja sana.
Foto de Lynn Hewitt vía Unsplash