Desarrollo:
Son sumamente variadas las definiciones sobre terapia narrativa pero tomaremos como definición que este es un enfoque respetuoso y no culpabilizador que sitúa a las personas como expertas de sus propias vidas (Morgan, 2004).
Debido a que dentro de la terapia se busca el cambio de conceptualización, se comenzará por renombrar a la persona que nos buscó, ya no se le llamará paciente ni cliente, sino más bien “coautor” del proceso de terapia (White, 2004).
Nuestras vidas tienen muchas historias. Ninguna está libre de ambigüedad o de contradicción y ni una historia puede encapsular o manejar todas las contingencias de la vida. Es por esto que dentro de esta terapia lo que se busca es que le “coautor” sea quien ayude al terapeuta a comprender la situación presentada por medio de la desarticulación de los prejuicios existentes en la sociedad facilitando la propia descripción del problema.
Para que finalmente el terapeuta supervise y guíe la construcción de nuevas historias ayudando a ver al “coautor” elementos de desenfoque de su realidad que resultan dañinos para su bienestar e invitándole a encontrar descripciones y sentidos alternativos más positivos.
Parte del trabajo que se realiza con la persona es entender que el problema no es parte de ella por lo que esto provoca que los problemas sean analizados de forma separada y se asume que las personas tienen muchas habilidades, capacidades, competencias, creencias, valores y compromisos que le ayudará a cambiar su relación con los problemas de la vida. Esta técnica es comúnmente conocida como externalización del problema la cual es muy conocida dentro de la terapia narrativa.
No podemos dejar de lado que la terapia narrativa menciona que no hay ninguna narración que tenga el poder de suprimir totalmente las demás, aunque sí existen ciertos relatos que pueden generar más interés que otros para determinadas condiciones, estas son conocidas como historias dominantes.
Estas son respaldadas por ideas particulares, creencias y principios de la cultura en la que está inmersa la persona, haciendo que el problema o la situación sobreviva. Pero al descubrirlas, reconocerlas y llevarlas a parte dichas ideas seremos capaces de generar historias alternativas para explicar, tanto a los demás como a nosotros mismos, lo que está ocurriendo.
Es por esto que uno de los puntos más importantes dentro de esta terapia es crear una historia alternativa con ayuda del terapeuta y del “coautor” ya que es el punto clave de la práctica narrativa.
Se puede construir introduciendo aspectos, actos o personas que quedaron fuera de la historia dominante, mediante la exploración y deconstrucción de lo que mantiene al problema como la historia dominante en la vida de la persona que nos consulta. Se llama Deconstrucción a resaltar y examinar las verdades que se dan por hecho.
Ejemplos de preguntas:
- ¿Cuáles son tus ideas acerca de…
- ¿Qué idea tienes acerca de lo que hace “bueno” o “malo”… (tal comportamiento o relación)?
- ¿Cómo se desarrollaron, de dónde salieron?
- ¿Te gustan estas ideas, estás de acuerdo?
- ¿Cuáles de estas ideas ayudan a tu relación, cuales la entorpecen o van en contra?
Una vez que la deconstrucción produce algunos logros aislados, el terapeuta realiza una doble escucha en la historia que cuenta la persona, en la cual primero se detecta el discurso del problema en si y despues se buscan las contradicciones existentes de dicha historia, los cuales no están presentes en la historia dominante de la persona, es decir, las excepciones.
Es así que se puede formar la historia alternativa, la cual proporciona una identidad diferente a la que el problema pretendía, construida por los momentos en lo que el problema no ha tenido una influencia en absoluto.
Algunos ejercicios comunes dentro de la terapia narrativa pueden ser pedir al “coautor” que escriba una historia o cuento de su problema, proponerle escribir una carta de despedida, bienvenida, divorcio o simplemente dirigida a expresar algo que no tuvo ocasión de decir a alguien, o elaborar una autobiografía con la finalidad de ayudar a desarrollar una imagen distinta de uno mismo y de los distintos sucesos de su vida.
Es importante mencionar algunos de los preceptos que los terapeutas narrativos tienen presentes dentro de su trabajo:
- Mantenerse en un estado de curiosidad.
- Formular preguntas de las que verdaderamente no se sabe la respuesta.
De esta manera el papel del coautor es el de generar la historia de su vida, mientras que el terapeuta actúa como agente facilitador planteando las preguntas adecuadas y sacando a colación temas determinados. De este modo, el problema queda disuelto en una narración alternativa.
Finalmente cuando las personas son capaces de contar sobre sí mismas y sobre su realidad historias positivas o al menos neutras, y encontrar un hilo o sentido hay mayor bienestar, es decir, cambiando la historia que cuentas sobre lo sucedido o sobre ti mismo puedes cambiar cómo te sientes.
Fuentes consultadas:
- Morgan, A. (2004). What is narrative therapy? An eassy-to-read introduction. Adelaide, Australia: Dulwich Centre Publications.
- White, M. (2004). Guías para una terapia familiar sistémica. Barcelona: Gedisa.
Datos para citar este artículo:
González Piña, Ana Constanza. (2018). Deconstrucción de las narrativas en terapia. Boletín de Consultorio Psicológico Condesa, 11(2). https://psicologos.mx/deconstruccion-de-las-narrativas-en-terapia/.
Deja un comentario