Desarrollo
A través del tiempo, el tipo de psicopatologías que se presentan en la práctica clínica se han ido modificando. Esta situación realmente no presenta un obstáculo sino una trasformación de práctica e intervención del ámbito clínico. (Arango-Cammaert. & Moreno-Franco, 2009).
Por otra parte, nos adentramos en una época donde el pensamiento del hombre se inserta en una visión dualista, una dimensión social y una individual. Tiene un mundo interno y uno externo (Moreira, 2001; Moreira & Sloan, 2002).
Dentro de esta dualidad nos encontramos con la transición hacia nuevas epistemologías, que en vez de trabajar solo con lo individual y lo interno, rompen con el binomio e involucran las construcciones sociales que anteceden al sujeto y las relaciones interpersonales que va desarrollando a lo largo de su vida. Como citó (Moreira, 2007).
La transición de la que hablamos se inserta en una época histórica: la posmodernidad. La cual no sólo surge en favor de la psicología, sino incluso como un movimiento en las artes y en otras disciplinas sociales, humanas y filosóficas. Es decir, trae consigo un cambio multidisciplinario.
Su postulado epistemológico sostiene que la construcción del sujeto se da a través de la interacción y del lenguaje. Es decir, la representación que podamos tener del mundo – de nuestra realidad – está a nuestro alcance a través de la experiencia que tenemos y vivimos con él (Anderson, 2006 citado por Moreira, 2007)
Dentro de la propuesta posmoderna, el lenguaje tiene un énfasis importante como constituyente de la realidad; las palabras les dan forma a nuestras ideas y al significado de nuestras experiencias mas allá de reflejar lo que pensamos o sentimos.
Uno de los enfoques que surgen con la posmodernidad es el de la Terapia Narrativa como herramienta en psicoterapia. Esta herramienta tiene como premisa básica y esencial que “la persona nunca es el problema, el problema es el problema”. La terapia narrativa tiene como objetivo empoderar a la persona a generar un discurso alterno, a reencuadrar sus narrativas para enriquecer la historia introduciendo los detalles que se han excluido por el predominio del problema.
La historia narrada por el sujeto esta conectada con una serie de sucesos conectados en secuencias temporales, siguiendo un script o guión determinado por medio del cual le damos sentido a la historia que vivimos.
La historia dominante es el sentido único y determinante que damos a la narrativa desde un solo punto de vista, se define por el conflicto, convirtiéndose en la definición de la pesona, de su identidad. Estos problemas se generar desde la cultura y se ubican en el lenguaje.
Diversos autores, entre ellos Benjamin Lee Whorf (1956), han planteado que las categorías y distinciones de cada lengua tienen un modo particular de percibir, analizar y actuar en el mundo y por lo tanto, entre más difiere un lenguaje del otro, también diferirá la manera en que sus hablantes perciben y actúan circunstancias similares. A esta propuesta más tarde se le conoce como “Relativismo Lingüístico”.
Un ejemplo del relativismo puede encontrarse, como se menciona anteriormente, en la percepción del tiempo. Estudios demuestran que las personas que hablan inglés piensan en el futuro como que se encuentra “adelante” y el pasado “atrás”.
En un estudio realizado por Lynden Miles (2010, como citó en Boroditsky, 2011), se descubrió que los ingles-hablantes inconscientemente inclinan su cuerpo hacia delante cuando piensan en el futuro, y hacia atrás cuando piensan en el pasado. Sin embargo, en Aymara, una lengua hablada en los Andes, el pasado es considerado como que está adelante y el futuro detrás, y su lenguaje no verbal refleja y empata esa manera de pensamiento.
Otro ejemplo es la orientación en el espacio y la direccionalidad. Stephen C. Levinson (2008) (como citado en Boroditsky, 2011) encontró que las personas que hablan lenguajes que dependen de direcciones absolutas son increíblemente buenos manteniéndose orientados; inclusive en lugares desconocidos, o que no les son familiares.
Esto lo realizan mejor que las personas que viven en los mismos lugares, pero no hablan idiomas de esta índole, y de hecho mucho mejor de lo que los científicos previamente creían que podía hacerlo un ser humano. Su idioma les condiciona y entrena a generar esa habilidad cognitiva.
Para concluir, podemos decir que las propuestas anteriores, tanto el posmodernismo, como la terapia narrativa y el relativismo lingüístico tienen en común el eje fundamental de que el pensamiento está determinado por el lenguaje, moldea la realidad humana y las dimensiones básicas para su experiencia como el espacio, el tiempo, la causalidad y las relaciones con otros.
Nos posiciona en el mundo desde un paradigma particular el cual co-contruimos junto con la cultura. No sólo define el cómo nos identificamos y creamos nuestra historia, si no también el cómo nos narra la sociedad esa identidad e historia.
Poner el énfasis en el lenguaje y en cómo se usa no sólo permite un discernimiento entre aquello que llamamos nuestro y aquello que no lo es, nos permite auto afirmarnos para modificar nuestras percepciones cuando sea necesario. El lenguaje es un puente entre todas las realidades individuales y sociales y puede tanto moldearlas como determinarlas.
Es por esto que la la Terapia Narrativa tienen un prospecto muy positivo en la transición a nuevas psicoterapias en la posmodernidad. Las presentes condiciones históricas y socioculturales llaman a una reelaboración de los discursos dominantes para la afrontación de conflictos que estan surgiendo en esta nueva era.
Además, el paternalismo social generado por el modernismo enfatiza la necesidad inminente de generar individuos más empoderados consigo mismos, más responsables de su historia, y mas conscientes de la historia externa que le rodea día con día.
Referencias
- Arango-Cammaert, A.M & Moreno-Franco, M.F. (2009). Más allá de la relación terapéutica: un recorrido histórico y teórico. Acta Colombiana de Psicología. 12(2): 135 – 145.
- Boroditsky, L. (2011). How Language Shapes Thought. Scientific American, 304(2), 62-65. https://dx.doi.org/10.1038/scientificamerican0211-62
- Moreira, V. (2007). Significados Posibles de la Depresión en el Mundo Contemporáneo: Una Lectura Fenomenológica Mundana. PSYKHE. 16(2).
- Whorf, B., Carroll, J., Levinson, S., & Lee, P. (2012). Language, thought, and reality. Cambridge, Mass.: The MIT Press.
Datos para citar ese artículo:
Garza López Portillo, Regina. (2018). Enfoque narrativo en la transición a las terapias postmodernas. Irradia Terapia México. https://psicologos.mx/enfoque-narrativo-en-la-transicion-a-las-terapias-postmodernas/ [Consultado el ].
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