En nuestro presente histórico y contextual existe una dificultad para determinar un concepto de familia que sea aceptado generalmente por la sociedad, tanto por su estructura como por los criterios en que las parejas han fundamentado su decisión de construir una vida en común.
La pretensión de omitir los aspectos jurídico y religioso ante la iniciativa de formar una vida en pareja, tiene un alcance concordante con el libre compromiso de convivir donde ambas personas cubran las expectativas del otro en sus distintas esferas, sin la apremiante potestad ejercida por la Ley civil y el mandato eclesiástico.
Introducción
En un sistema patriarcal, que ha imperado por siglos, la familia está formada por el hombre como cabeza de familia, esposa, hijos y familiares, con estrechos lazos de parentesco y conviviendo en los mismos espacios. Este esquema ha sido considerado como la base de las relaciones sociales, fundamentalmente de la familia. El jefe de familia, rígido y autoritario, domina sobre la esposa, hijos, parientes y sirvientes, quienes voluntariamente acatan su autoridad. Este modelo matrimonial ha estado avalado por la comunidad religiosa y reafirmado por el Estado, conduciendo con sus dogmas, a preservar un orden moral (Hipp, 2017).
El matrimonio como institución
Para atribuir una definición al matrimonio, se tienen dos posturas: Concepción conyugal: donde “El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer quienes contraen un compromiso permanente y exclusivo respecto del uno para el otro, el cual se encuentra naturalmente (inherentemente) realizado en plenitud mediante la generación y crianza conjunta de los niños. Los cónyuges sellan (consuman) y renuevan su unión por medio de actos conyugales, es decir, actos que son constitutivos de la parte conductual del proceso reproductivo, de tal forma que se unen como una sola unidad reproductiva. El matrimonio es valioso en sí mismo, pero su orientación inherente a la generación y crianza de los niños contribuye a su estructura distintiva, incluyendo normas relativas a la fidelidad y la monogamia.
Concepción revisionista: El matrimonio es la unión de dos personas (sean estas de igual o distinto sexo) quienes se comprometen a amarse románticamente y a cuidarse mutuamente, compartiendo las cargas y beneficios de la vida doméstica. Es, esencialmente, una unión de corazones y mentes, elevada por cualquier forma de intimidad sexual que ambas partes consideran como deseable. El Estado reconoce y regula el matrimonio porque tiene un interés en la existencia de uniones estables y románticas” (Girgis, 2020, pág. 89-90).
La concepción conyugal de matrimonio en su expresión contemporánea ha evolucionado, al igual que su fundamentación jurídica; en el modelo tradicional la familia era un centro económico, asignándose por género las tareas requeridas para la subsistencia de la comunidad familiar (Beck, 2013).
Desde esta visión, el matrimonio aseguraba continuar el linaje, siendo promovido como un ideal familiar y estado sagrado, imponiéndose en la sociedad para salvaguardarlo (Navarro, 2018).
Deconstrucción de un paradigma
Como producto de un constructo de ideología cultural e histórica, el patriarcado está sujeto a modificaciones y transformaciones redundantes en un nuevo sistema relacional entre hombres y mujeres, en la sociedad, la familia y las relaciones de pareja. Deconstruir una conducta y forma de pensamiento, aporta diferentes matices para demeritar el determinismo de poder en el hombre en los múltiples contextos de la interacción humana. Deconstrucción implica abordar el origen de la estructura, desestructurarla y modificar la conducta radical e intrapersonal para una redefinición del sistema relacional (Abad, 2018).
A últimas décadas, los cambios socioeconómicos se han traducido en crisis de la imagen de familia como institución, derivando en cambios tendientes a la libre elección de las relaciones familiares, especialmente de la conyugal, imponiéndose la autonomía de la persona. La unión matrimonial tradicional, mayoritariamente aceptada socialmente, se ha debilitado; desde la concepción revisionista, se reconoce como la asociación voluntaria de una pareja donde el factor central es el amor y el motivo principal de la convivencia. El sexo no tiene como fin la procreación, y la maternidad tiene el derecho y posibilidad de elección (Del Picó, 2011).
El concepto de sistema conyugal tiene otro sustantivo, donde se otorga al individuo la posibilidad y el privilegio de seleccionar su propia realidad en pareja, avalada y sustentada por su narrativa, a través de relacionar su experiencia sensorial con la vivencia exponencial del otro (Londoño, 2012).
Conclusión
El declive de la postura tradicional de matrimonio y familia es inminente; han emergido discursos y narrativas transformadores de un paradigma emergente que comienza a consolidarse. El falocentrismo ha ido en detrimento por intercesión de la Psicología y diversas disciplinas afines en su objetivo de transformar los modos de relación que han lacerado la condición humana.
El orden moral inexorablemente está en un periodo de disertación en el proceso integrativo de diversas formas de pensamiento y de conducta, trascendiendo las normas sociales prevalentes dando paso a la libertad de elección del marco conyugal, sujeto al contrato de convivencia acorde al amor, compromiso y mantenimiento de la postura del yo en medio del sistema relacional conyugal, familiar y social.
Técnicamente se habla de familias, y no solo de familia; la pluralidad tiende a ser de dominio social. La estructura del sistema conyugal oscila en la diversidad y el contrato de convivencia está supeditado, por un lado, a la legalidad que otorga la jurisprudencia del Estado; en contrapartida, el compromiso es moral, dejando al individuo la pertinencia de finalizar una relación indeseable sin mayores conflictos, con la única responsabilidad de velar por los hijos si los hay, apartado donde sí interviene la legislación civil.
Los representantes del construccionismo y el constructivismo, han socavado los principios y valores imperantes traduciéndose en cambios de segundo orden.
Finalmente el sistema individual, conyugal y social, está regido por la moral y la ética acorde a la temporalidad. Cada sistema conyugal se responsabiliza de su discurso, narrativa e interpretaciones propias en la búsqueda de permanecer como sistema viable.
La psicoterapia familiar sistémico relacional tiene un amplio panorama de acción, en aras de construir/deconstruir relaciones en los sistemas y paradigmas emergentes. El modelaje patriarcal como estilo de crianza lesivo y creador de entornos violentos en la pareja y familia, que ha sido perpetuado, requiere una resignificación que favorezca la adopción de una nueva masculinidad. Hombres y mujeres merecen respeto, autonomía y una vida sin coerción.
Referencias
- Abad, G., D. (2018). La deconstrucción de la masculinidad hegemónica a través de las prácticas sexo-afectivas, en I Congreso Internacional sobre masculinidades e igualdad. España. Universitas Miguel Hernández. Universidad de Valencia.
- Beck-G., E. (2013). La reinvención de la familia. En busca de nuevas formas de convivencia. España. Editorial Paidós.
- Del Picó Rubio, Jorge. (2011) La evolución y actualización del concepto de familia, un acercamiento al efecto positivo de las tendencias predominantes, a partir de la reforma de la ley matrimonial chilena. Ius et Praxis , 17 (1),31-56.
- Girgis, S., George, R. y Anderson, R. (2020). ¿Qué es el matrimonio? Ius Humani Law Journal, 9 (1), 87-137.
- Hipp T., R. (2017). Orígenes del matrimonio y de la familia modernos. Revista Austral de Ciencias Sociales, (11), 59-78. doi:10.4206/rev.austral.cienc.soc.2006.n11-04.
- Londoño G., F. (2012). Cibernética, lenguaje y constructivismo. Revista Universidad EAFIT, 33(106), 9-10. Recuperado.
- Navarro, T., A. (2018). Matrimonio y patriarcado en la diáspora hindú. España. Primera edición formato Ebook. Servicio de publicaciones Universidad de Huelva.
Datos para citar este artículo:
Villalpando Ramírez, Ma. Evangelina. (2020). Deconstrucción del sistema patriarcal en el matrimonio. Boletín de Consultorio Psicológico Condesa, 13(2). https://psicologos.mx/deconstruccion-del-sistema-patriarcal-en-referencia-al-matrimonio/.
Blanca E. Muñoz R. dice
Excelente estudio de investigación, muy interesantes conceptos y las citas idóneas. Le agradezco mucho a la autora que se interese por este tipo de temas que contribuyen al análisis y reflexión del matrimonio y el patriarcado fomentado muchas veces por las mujeres mismas.
Irradia Terapia México dice
Nos alegra saber que el artículo fue de tu agrado Blanca, gracias por compartir tu opinión!