La hipótesis de Sapir-Worf, también conocida como la hipótesis de la relatividad lingüística, establece que el lenguaje que uno conoce afecta como uno piensa acerca del mundo” (Kreiner, 2013, p. 1).
Sabemos que dentro del comportamiento humano intervienen diversos factores para llegar al actuar, como son la sensación, percepción y cognición. Dentro de la cognición se encuentra el lenguaje, el cual es parte fundamental de toda civilización, herramienta que ayuda en el interactuar de los sistemas sociales, familiares e individuales y que es usado en diversas formas.
En el transcurso de esta pandemia muy seguramente nos encontraremos con situaciones de crisis, en gran medida la crisis social, familiar e individual se han generado a raíz de esta situación, pero también es debido al uso del lenguaje que se ha empleado para hablar de ella.
Todos los días estamos en constante interacción con medios informativos los cuales proporcionan información que en ocasiones no tienen una fuente verídica, generando así que aumente el caos ya existente entre las personas.
Lo verdaderamente alarmante es que los individuos no ejercemos un pensamiento critico ante esta información, es decir, no cuestionamos el porque de la misma, cayendo en una crisis de desinformación. “El problema epistemológico: cómo adquirimos conocimiento de la realidad, y cuán confiable y “verdadero” puede ser ese conocimiento” (Glasersfeld, 1984, p. 2).
La forma en como conocemos, en gran parte se constituye con base de nuestras experiencias, pero también de las experiencias del otro. Somos seres sistematizados en constante interacción con otros miembros, ya sea del sistema social o familiar. Estos miembros aportan información que hasta cierto punto influye dentro de nuestro comportamiento en diferentes contextos.
A raíz de la actual crisis se han presentado diversas problemáticas en dichos contextos, la interacción que se tiene dentro de ellos sin duda se ha modificado, y esto como ya se menciono de debe al uso y significado que le damos al lenguaje. Por tanto el uso del lenguaje influye y/o determina el actuar humano en sus diferentes sistemas.
“El individuo singular está destinado a actuar como otros han ideado, y estos a su vez como otros han dictado” (Gergen, 1996, p. 90). Como seres pertenecientes a un sistema, nos encontramos con una serie de información, la cual debemos procesar, asimilar y acomodar, de tal manera que estos datos generen una respuesta en nosotros reflejada en el comportamiento.
Durante esta situación del COVID-19, sin duda alguna el comportamiento se ha modificado. Cada vez empleamos más el uso de la palabra “crisis” para referirnos a la situación que enfrentamos, esta pandemia que está llevando muchos a un caos existencial ya que las cuestiones económicas y familiares no son compatibles con la actual crisis.
Es supuesto que hoy todos tenemos o usamos un mismo lenguaje, que es el de salvaguardar nuestra vida y la de nuestra familia, esto mediante las medidas de sanidad; quedarse en casa, guardar una sana distancia, entre otras. Sin duda son precauciones que debemos considerar.
Pero si hablamos del lenguaje como rector del comportamiento debemos tomar en cuenta que no podemos generalizar que el significante sea el mismo para todos, y desde esa postura analizar y entender el comportamiento de esas personas que muchas veces son etiquetadas como “irresponsables” ante la pandemia, ya que no se quedan en casa para evitar la propagación del virus.
Si bien estamos en una construcción del conocimiento sobre las implicaciones del COVID-19, también debe generarse una deconstrucción de los paradigmas en cuanto al uso de del lenguaje y su significado.
El ser humano como tal tiene necesidades básicas, emociones y sensaciones las cuales se manifiestan mediante sus vivencias, a diferencia de ser persona, en donde la narrativa nos dice los deberes y constructos sociales, entre otros. Por tanto dentro de la vivencia y narrativa debe existir un equilibrio.
Una ironía dislocante obsesiona a una disciplina comprometida en comprender la naturaleza del conocimiento individual. Por un lado, todo se alojaba en el supuesto previo de ignorancia acerca de los procesos y los mecanismos en juego: «puesto que ignoramos de qué modo las personas adquieren conocimiento, nos es precisa la investigación». Por otro lado, al hacer afirmaciones durante nuestro proceso de investigación, rebatimos nuestro estado de ignorancia. (Gergen, 1996, p. 11 )
El lenguaje se genera mediante el conocimiento, no podemos hablar de algo que no se conoce, para esto previamente tuvimos que tener algún referente de ello. La situación por la cual pasamos hoy en día, es algo nuevo para todos, ya que si bien a lo largo de la historia existen antecedentes semejantes a lo que se vive hoy, no somos las mismas personas quienes lo viven.
Este conocimiento debe asimilarse y adaptarse, las experiencias de esto nos llevaran a actuar según consideremos, desde nuestra perspectiva, no obstante el lenguaje que se está empleando en la crisis tiene gran relevancia en el actuar de todos nosotros.
“Si el conocimiento debe ser una descripción o imagen del mundo como tal, necesitamos un criterio que podría permitirnos juzgar cuándo nuestras descripciones o imágenes son “correctas” o “ciertas” (Glasersfeld, 1984, p. 6).
Desde el constructivismo, el ser humano mediante sus formas mentales va construyendo su realidad. Por otra parte para construccionismo el ser humano obtiene el conocimiento por medio de la interacción simbólica con el leguaje, ya sea a nivel social o familiar.
Un claro ejemplo es lo que está pasando con esta situación, ya que sabemos y actuamos conforme a lo percibimos nosotros en cuanto a lo que es el coronavirus, pero también las experiencias de otras personas.
Por lo tanto podemos concluir que el lenguaje si forma parte esencial del actuar humano, y en la forma en que las personas interactúan dentro de los sistemas, tomando como ejemplo nuestro comportamiento ante la actual pandemia, donde el significado que se le dé al leguaje y el cómo sea percibido serán esenciales, pero será aún más esencial el pensamiento crítico que cada uno de nosotros genere.
Referencias
- Gergen, K. J. (1996). Realidades y relaciones. Aproximaciones a la construcción social. Paidós.
- Glasersfeld, E. (1984). An Introduction to Radical Constructivism. The Invented Reality, 16-38. http://www.univie.ac.at/constructivism/EvG/papers/070.1.pdf
- Kreiner, D. S. (2013). Sapir-Whorf Hypothesis. En The Encyclopedia of Cross-Cultural Psychology (1.a ed., pp. 1-3). John Wiley & Sons, Inc.
Datos para citar este artículo:
Pérez Gutiérrez, Karina Edith. (2020). Lenguaje como rector de la conducta en la crisis COVID-19. Boletín de Consultorio Psicológico Condesa, 13(2). https://psicologos.mx/el-lenguaje-como-rector-del-comportamiento-durante-la-crisis-covid/.
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