A lo largo de la vida de todo ser humano, los estados de ánimo y las emociones nos acompañan en todo momento y es muy importante saber qué hacer con cada emoción que nos surge, pues lo común es tener preferencia por las que son placenteras e intentamos evitar aquellas que nos causan dolor o sufrimiento.
Lo más normal es que busquemos mantener las emociones agradables, pero lo hacemos con intentos de guardar o retener las situaciones u otras personas que vemos que nos han causado ese buen momento.
Al contrario, cuando existe algún problema o situación dolorosa, buscamos todos los medios para eliminar la causa de nuestro sufrimiento o para terminar con una situación que nos lastima.
No obstante, pasan los días, semanas y meses y a pesar de todos nuestros intentos nos encontramos nuevamente viviendo algunas situaciones agradables y otras que son dolorosas, ¿no es así?
Frente a esto, me he preguntado si es parte de la vida subir y bajar en nuestras emociones, y a partir de platicar con cientos de pacientes, efectivamente es normal cambiar de estado de ánimo, y al contrario de las creencias populares que hay en México y otros países, el detenerse permanentemente en un mismo estado de ánimo sería negativo o patológico.
Imaginas vivir 24 horas al día riendo o con enojo, llorando o sintiendo abandono? Esto sería enormemente desgastante y al final lastimaría tu salud emocional, y aquí es donde entra la convivencia con otras personas como parte esencial de nuestra vida emocional.
Cuando estamos en contacto con otras personas, es inevitable que sintamos diversas emociones, algunas de ellas agradables, pero también hay otras emociones que son desagradables. Las personas cercanas a nosotros, ya sean familiares, amigos, compañeros de trabajo e incluso desconocidos con los que nos topamos en la calle, pueden hacer que nazcan en nosotros emociones de todo tipo, por lo que la búsqueda de relaciones sanas y satisfactorias es de enorme importancia para nuestro bienestar.
Las relaciones satisfactorias se dan, de manera general, con nuestros seres queridos y amigos cercanos, quienes nos aprecian sinceramente y entonces podemos relajarnos lo suficiente para tener una tarde agradable y divertida. Especialmente en ciudades grandes como el Distrito Federal, esto es muy importante en la vida cotidiana.
En diversos eventos sociales frecuentemente se encuentran viejos amigos, familiares que hace varios años no platicaban o al contrario, personas que se encuentran por primera vez y que tuvieron “buena química” desde ese momento. Ya por este simple hecho, es fácil que se despierten emociones de todo tipo.
De esta manera, es posible conocer nuevas personas o reencontrarse con aquellas que en algún momento fueron importantes en nuestras vidas, gracias a la convivencia que podemos tener en muchos momentos.
Ahora bien, ya que nos hemos encontrado con personas importantes o interesantes y empiezan a surgir en nosotros todo tipo de emociones, será importante no dejarnos llevar ciegamente por ellas, sino que busquemos un equilibrio emocional entre permitirnos sentir lo que sucede a nuestro alrededor y al mismo tiempo no dejarnos inundar por lo que está pasando.
Digo que este es un equilibrio difícil de conseguir porque lo más común es que se prefiera una de estas dos alternativas:
- Podemos cerrarnos a sentir y verlo todo desde adentro de una caja de metal;
- O sentir con toda intensidad y recibir como una sobrecarga de energía.
En las reuniones familiares y otras, tendremos una prueba de fuego para conocernos más a nosotros mismos y poder ver qué emociones sentimos más fuerte o más frecuentemente. De ellas habrá que aprender y si fuera necesario, buscar ayuda psicológica en el DF y en la colonia Condesa para enfrentarlas.
Lo ideal es no irnos a ningún extremo, sino que nos permitamos sentir lo que sucede en el momento presente, es decir, estar abiertos a todo aquello que es positivo para nosotros, y al mismo tiempo no dejarnos ir como si resbaláramos en una colina llena de jabón emocional.
Datos para citar ese artículo:
Aguirre, Francisco. (2013). Las relaciones interpersonales y nuestro estado de ánimo. Irradia Terapia México. https://psicologos.mx/las-relaciones-interpersonales-y-nuestro-estado-de-animo/ [Consultado el ].
frank martinez dice
Hola buen día soy un tipo complicado tanto que ni yo mismo me comprendo… me siento triste muy triste. Estoy pasando por un divorcio lo cual me ha dejado sentimientos encontrados, me siento triste de no haber podido sobrellevar las cosas en mi matrimonio y al mismo tiempo bien de haber dejado esa relación que yo considero era toxica.
Tengo una amiga que me gusta se lo he dicho, ella no dijo ni si ni no… solo me dijo “sin comentarios” se que yo llamo su atención y otras personas lo han notado también, lo malo es que han pensado que ella es culpable de mi separación, eso es falso pero ahora ella no quiere acercarse mucho a mi y lo comprendo pero me entristece, a veces pienso que voy a perder inclusive la amistad que teníamos.
No me quiere hablar, ni me agarra llamadas, no se que hacer. No quiero olvidarme de ella así como así, pero no sé si sea bueno buscar la manera de hablarle… ¿Que me aconseja?
Psicologos.mx dice
Hola Frank,
Muy posiblemente sí eres complicado… y lo podemos suponer así porque todos los seres humanos lo somos. Solo piensa en tu ex esposa o en tu amiga, en tu familia o en las personas de tu trabajo y verás que somos complicados en todos lados y en todas nuestras relaciones, incluso con nosotros mismos, como tu lo dices.
Esto pasa frecuentemente porque no tenemos claridad de lo que sucede dentro de nosotros y nos cuesta trabajo poner eso en práctica afuera.
La verdadera respuesta a tu pregunta sería: dedica tiempo, todo el tiempo necesario, a conocerte de manera profunda y honesta. Si lo haces, cuando empieces o termines una relación vas a tener claridad de lo que estás haciendo, de lo que quieres en tu vida y de lo que no quieres. Esto no significa que muchas cosas van a dejar de doler, no. Muchas cosas seguirán doliendo y otras te harán sufrir también, pero muchas otras ya no.
Tu pregunta parece más concreta al tema de si hablarle o no a esa amiga, pero nuestra respuesta intenta ir más a lo que percibimos como la raíz de esta situación. Esperamos que eso te ayude.