
Su presencia genera nuestro modo de relación. Basado en el libro Emociones, sentimientos y necesidades: Una aproximación humanista, de Myriam Muñoz Polit. Para la autora, esos obstáculos al crecimiento personal son los introyectos, las experiencias obsoletas y los asuntos inconclusos.
1. Introyectos:
Ideas, valores y creencias que nos han llegado de otros y que no tienen fundamento en nuestra experiencia personal, pero que nos llegaron a través de personas significativas. Cuando son conscientes se convierten en creencias. Los introyectos nos hacen rígidos.
Generalmente se asumen buscando aprobación o pertenencia. Nos ayudan a crecer, aprender, pertenecer y sobrevivir, pero se vuelven disfuncionales cuando alguna idea empieza estorbarnos.
Tips de trabajo: se trabajan retándolos, concretizando sobre lo que significan, donde cuando y de quien los recibimos, revisando cual es la amenaza si no los cumplimos, hay que promover el contacto con las necesidades actuales, promover la toma de riesgos, relativizar, revisando lo que sí se quiere y lo que no, revisar las fantasías catastróficas, y trabajar con el cuerpo, observando en donde se siente la carga o que sintomatología existe al responder a frases como “quiero…” o “debo…”. Los introyectos generalmente acompañan a los otros dos “demonios del crecimiento”.
2. Experiencias obsoletas:
Son experiencias que no han sido revisadas y actualizadas. Fueron útiles en otra época, pero se quedaron en un patrón rígido de respuesta. Están basadas en mí propia experiencia. Yo las viví, y las sigo viviendo rígidamente como entonces, aun cuando las circunstancias hayan cambiado. Son lo que más se ve en el consultorio. Se pueden convertir en un hábito o una actitud difíciles de quitar o de modificar.
Los humanistas no usan el concepto de FUERZA de voluntad (obligación) ni en nada que nos violente. En vez de ello usan el concepto de voluntad (deseo) y de conciencia. Es importante observar que nos hace repetir las experiencias obsoletas. A mayor flexibilidad, mayor funcionalidad.
Tips de trabajo: Experimentar con una actuación que ayude a romper con el automático. Trabajar con las preguntas: ¿para qué me sirvió?, ¿para qué me sirve ahora? y ¿qué me falta actualizar?
A veces, lo que toca actualizar es el entorno. Para actualizar hay que tocar el dolor, el sufrimiento y la molestia. (igual que el introyecto). Usar concretizaciones y trabajar quiero vs. debo. Cuestionar y retar la creencia, contrastar la creencia con las necesidades actuales y reales.
3. Asuntos inconclusos:
Son menos frecuentes. Siempre ocurren en una relación pues queda algo pendiente con alguien.
Tiene relación con la las heridas primaria (etapa pre-verbal de los 0 a los 2 años donde no hay conceptualización abstracta, solo concreta y las sensaciones y percepciones las tomamos como verdades) y secundaria.
De los 2 a los 6 años, el pensamiento es concreto (solo lo que puedo tocar y ver, no hay representación simbólica. Después de los 6 años, ya hay pensamiento reflexivo.
Lo asuntos inconclusos quitan energía y vitalidad, nos hacen perder nuestro aquí y ahora pues nos llevan al recuerdo, al anhelo y a las expectativas.
Síntomas asunto inconcluso: obsesiones, anhelos, perfeccionismo, devaluación, reacciones desproporcionadas Y autoexigencia.
Como se detecta un asunto inconcluso: hay fantasías persistentes sobre asuntos del pasado, diálogos internos, sueños, rencor, melancolía, desilusión, sensación de tener algo pendiente, inquietud sensorial al ver o recordar a alguien, la cabeza en otra parte, insomnio o aburrimiento.
Como se genera un asunto inconcluso: por la represión de un sentimiento, por rencor, resentimiento, muerte o alejamiento, conflicto solucionado de forma no equitativa o un introyecto no elaborado.
Como se resuelve un asunto inconcluso: Renunciando a la necesidad, sustituyendo al satisfactor, convirtiéndome en mi propio satisfactor, cuestionando la necesidad y acercándose al satisfactor deseado.
Tips de trabajo para los asuntos inconclusos: Se trabaja con la silla vacía, que consiste en: descubrir con quien es el asunto inconcluso, en qué etapa de mi vida y de la del otro se dio el asunto inconcluso, expresión de los sentimientos negativos y detectar la necesidad que quedó pendiente, revisar si la necesidad es real, o si hay otros satisfactores disponibles, exposición de las razones por las que no se dio esa satisfacción (dándole voz a las 2 partes), expresión de sentimientos positivos, comprensión de la otra parte, y rescate de lo que sí hubo, aceptación de la realidad (humildad y valor) y despedida de la silla vacía.
Es importante visualizar al otro en la silla vacía, ver como se viste, se sienta, sonríe, etc. También es importante revisar las sensaciones físicas presentes así como las emociones que se van tocando. Se utilizan preguntas como: ¿qué te va pasando?, ¿ubicas la época?, ¿Qué emociones tocas?, ¿qué necesitabas en ese momento?, ¿qué estás buscando hoy de ella?
En un asunto inconcluso hay algo físicamente atorado (fisiológico y emoción).
Datos para citar ese artículo:
Aguirre, Francisco. (2013). 3 “demonios” del crecimiento en terapia Gestalt Humanista. Irradia Terapia México. https://psicologos.mx/3-demonios-del-crecimiento-terapia-gestalt-humanista/ [Consultado el ].
Eric dice
Me interesa obtener el libro: 3 “demonios” del crecimiento en terapia Gestalt Humanista
Irradia Terapia México dice
Hola Eric, claro, te orientamos con gusto. Estos son los datos del libro:
Título: Emociones, sentimientos y necesidades: una aproximacion humanista. Autora: Myriam Muñoz Polit.
https://latam.casadellibro.com/libro-emociones-sentimientos-y-necesidades-una-aproximacion-humanista/9786070010743/3007115
Saludos